Siempre se ha indicado que la mente es capaz de sanar al ser humano, sin embargo, muchos miran con cierta desconfianza tal postulado, por considerar que el mismo solo es una escapatoria a los métodos científicos para adoptar demás estrategias que son peligrosas para la salud.

Y es que ensayos clínicos han demostrado que la aplicación de placebos a seres humanos, sin indicarles que se trata de ello, ha ayudado a que estos mejoren sus malestares, e incluso les ha proporcionado a las horas total alivio ante sus dolencias.

En efecto, ello demuestra que las creencias pueden más que las dolencias, conduciendo con ello, que los pensamientos juegan un papel preponderante en la condición de salud de los seres humanos, si deseas conocer más al respecto no dejes de leer este post.

Estudios sobre la probabilidad de sanar el cuerpo gracias a la mente

Desde épocas postrimerías, el maestro de la meditación Buda indicó que somos lo que pensamos, y en definitiva nuestro destino y demás decisiones son resultados de nuestros pensamientos.

Y mejor no lo pudo haber dicho, la conducción de la propia existencia humana, viene determinada por los pensamientos que una persona mantiene a lo largo de su vida, algo que sin duda, puede inclusive manifestarse en los estados de salud.

Tanto es así, que los científicos han reportado en sus estudios más recientes que las ideas juegan un papel fundamental en la condición física y emocional que pueda tener una persona.

De hecho, en una publicación reciente de la ponderada revista científica New Scientist, se ha establecido un artículo en el cual se determina que la mente es uno de los componentes más eficaces en la aplicación de cualquier tratamiento.

Conforme a ello, muchos pacientes han demostrado una total mejoría en aquellos casos que mantienen una mente positiva y que adoptan una mejor actitud ante su condición, demostrando con ello, un desarrollo más adecuado de su mejora y una recepción más rápida de los medicamentos.

Sin embargo, pese a tales demostraciones los científicos son taxativos en aclarar que los simples pensamientos no pueden sanar completamente patologías crónicas o terminales, aunque sí pueden influir en la calidad de vida del paciente.

De modo tal, que el mantener una actitud positiva, proactiva y cargada de buena energía solo evidencia que el cuerpo, o mejor dicho que el sistema inmune puede brindar una respuesta cónsona y más rápida frente a la aplicación de determinado tratamiento.

Más no por ello, ha de considerarse que terapias alternativas, como la Hipnoterapia o la meditación zen, han de ser definitivas en el tratamiento y curación de enfermedades.

De aquí, que una buena pastilla junto a una gran cápsula de pensamientos positivos pueden ayudar a demostrar mejoría en cualquier estado patológico, de hecho, estudios clínicos han experimentado como pacientes de actitud alegre y ocurrente han tenido una mejor cuadro postoperatorio ante aquellos que muestra preocupación constante por su estado de salud.

Lo mismo ocurre, con aquellas personas que han vivido un accidente o bien que han tenido una situación traumática, mientras más rápido la asumen y liberan, mucho más expedita es su capacidad de readaptación y de acomodo ante la nueva realidad.

Por el contrario, aquellos que viven con el temor y la desconfianza, desencadenan episodios postraumáticos, e incluso  pueden llegar a desarrollar patologías cerebrales nocivas para la salud.

La negatividad también afecta la salud

Por otra parte, la ciencia también ha realizado estudios que son conducentes a demostrar que los pensamientos negativos pueden de igual forma desencadenar efectos indeseados en el organismo.

O lo que es peor, pueden acarrear peores consecuencias a la salud, tal es el caso, de que una vez que se somete el cuerpo a una alta carga de estrés o bien a estados depresivos, el sistema comienza a expulsar cortisol, una sustancia que impregna los órganos y células y que termina por dejar indefenso al sistema inmune.

De esta forma, llega a producirse una especie de auto-ataque que conduce a un estado de salud deplorable o al menos, a una condición de salud en condición de alerta, que hace propenso al organismo a contraer cualquier virus o desencadenar cualquier patología.