La llegada del verano dispara los niveles de neurotransmisores como la serotonina y la dopamina. El sol favorece la secreción de ambas dos. Estos dos neurotransmisores (responsables de la transmisión de información entre neuronas) son dos de los componentes de la fórmula del amor. Según la ciencia, el amor puede sintetizarse con la siguiente fórmula: serotonina + dopamina + adrenalina + oxitocina + vasorpresina. A todas ellas debemos la existencia de este sentimiento al que llamamos “amor”, así como de las distintas fases que atraviesa una pareja a lo largo de su relación. Por ello, como el sol estimula la secreción especialmente de las dos primeras, la necesidad de experimentar un amor más romántico se dispara en la época estival. Esto mismo explica la razón de que muchas personas se lancen a la búsqueda de pareja en los meses de junio, julio y agosto, cuando hace más calor.
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